El Secreto de la [Primaria]

Fantasy 7 to 13 years old 2000 to 5000 words Spanish

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El sol brillaba con fuerza sobre el patio de la primaria. Los niños jugaban al fútbol, mientras que las niñas saltaban la cuerda con alegría. Dentro, en la sala de profesores, la maestra Elena firmaba documentos apresuradamente. Debía preparar la clase de ciencias para sus alumnos de quinto grado.
De repente, un mensajero tocó la puerta. Tenía un paquete grande y rectangular. 'Es para la directora, señora Isabel', dijo el mensajero con una sonrisa.
La directora, una mujer de cabello blanco y lentes gruesos, abrió el paquete con curiosidad. Dentro había un extraño dispositivo de metal con luces parpadeantes. Parecía sacado de una película de ciencia ficción. '¡Qué cosa más rara!', exclamó la directora observando el extraño objeto.
El profesor Miguel, conocido por ser un poco alarmista, exclamó: '¡Podría ser una bomba! Debemos llamar a la policía inmediatamente.'
Antes de que pudieran acercarse al teléfono, el dispositivo emitió un zumbido agudo y liberó una nube de gas verde que inundó la sala. Los maestros cayeron al suelo, uno tras otro, inconscientes.
Minutos después, el profesor Carlos entró a la sala. Venía de una clase de educación física y estaba buscando un libro que había dejado olvidado. La escena lo horrorizó: los maestros estaban tirados en el suelo, sin moverse. '¡Oh, no! ¿Qué ha pasado aquí?' Carlos estaba por correr por ayuda cuando sintió un tirón en su pierna.
Se giró y vio a la directora, con los ojos inyectados en sangre y una mueca aterradora en el rostro. Ella lo mordió.
La directora no estaba sola. Los otros maestros también se habían levantado y se acercaban a él, gimiendo de manera inhumana. El profesor Carlos supo que estaba en grave peligro. Escapó como pudo, gritando pidiendo ayuda.
Mientras tanto, en el salón de arte, seis niños trabajaban en sus proyectos. Sofía, Daniel, Luisa, Martín, Valentina y Pedro. La clase de arte era en un lugar especial dentro de la escuela primaria, ya que el cristal de las ventanas eran polarizados, eran para evitar que los curiosos distrajeran a los artistas. La luz era perfecta para pintar, y los vidrios aseguraban la concentración. La ventana daba al pasillo y, si bien era imposible ver de afuera hacia adentro, ellos tenían una vista clara de lo que sucedía afuera.
Daniel era un apasionado de las películas de zombis, de hecho, pasaba tanto tiempo leyendo y viendo sobre el tema, que sus padres lo habían inscrito a clases de apoyo para mejorar su concentración.
De pronto, vieron al profesor Carlos pasar corriendo frente a la ventana, gritando y seguido por una horda de maestros con aspecto aterrador. '¡¿Qué está pasando?', preguntó Luisa con voz temblorosa.
'¡Son zombis!', exclamó Daniel, con los ojos brillantes de excitación y temor a la vez. '¡Esto es como en las películas!'
Sin perder tiempo, Daniel tomó una silla y, con la ayuda de Martín, comenzaron a trancar la puerta. 'No creo que esto los detenga por mucho tiempo', dijo Martín con nerviosismo. Martín también era fan de las peliculas de horror, sabia muy bien que podia ocurrir.
Entonces, Sofia, con toda la calma que la caracterizaba le pregunta, “¿Qué harías tú, si esto fuera como una pelicula?”, “Por ahora buscar provisiones y un lugar más seguro”, respondió Daniel.
Daniel corrió hacia su mochila y sacó una pequeña navaja suiza que siempre llevaba consigo. La había heredado de su abuelo y la consideraba su amuleto de la suerte.
Daniel busco el teléfono del salón para intentar pedir ayuda. '¡No hay señal!', dijo frustrado. '¡Estamos solos!'
Decidido, Daniel encendió su vieja radio a pilas que siempre llevaba consigo y sintonizó una emisora de noticias. Para su sorpresa, solo se escuchaba estática. '¡Algo grande está pasando!', exclamó. '¡Si esto fuera un ataque aislado, ya estarían hablando de ello en todas partes!'
Valentina, con los ojos llenos de lágrimas, preguntó: '¿Qué vamos a hacer?'
Daniel con toda la seguridad que lo caracteriza, tomo el libro del rincón del salón de clase y comenzó a mostrar las páginas del mismo donde estaba escrito “LOS NO MUERTOS: MITO Y REALIDAD”, Daniel miro a todos y les dijo, “De todo lo que he visto, leido, revisado y re revisado, para los infectados se habla de 4 brotes clase”.
Y prosiguió leyendo.
**CLASE 1** Este es un brote leve, normalmente en países del Tercer Mundo o en zonas rurales del Primer Mundo. El número de zombis para esta clase de brote oscila entre uno y veinte. El número total de víctimas (incluyendo a los infectados) puede variar entre uno y cincuenta. La duración, desde el primer caso hasta el último (conocido), va desde veinticuatro horas hasta catorce días. La zona infestada será pequeña, no más de un radio de treinta kilómetros.
**CLASE 2** En este nivel de brote se incluyen las zonas urbanas o las zonas rurales con alta densidad de población. El número total de zombis oscilará entre veinte y cien. Las víctimas humanas llegarán a ser hasta varios cientos de personas. La duración de un ataque de clase 2 no es mucho más larga que la de un brote de clase 1. En algunos casos, un mayor número de zombis hará desencadenar una respuesta más inmediata.
**CLASE 3** Una crisis de verdad. Los brotes de clase 3, más que cualquier otro, demuestran la amenaza real a la que nos exponen los muertos vivientes. Los zombis son miles y abarcan una zona de varios cientos de kilómetros. La duración del ataque y un posible proceso de limpieza lento podrían durar hasta varios meses.
**CLASE 4** (Véase «Vivir en un mundo no muerto») Vivir en un mundo no muerto, ¿Y si lo impensable ha ocurrido? ¿Si las hordas han crecido lo suficiente para dominar el planeta entero? Se trataría de un brote de clase 4 o del brote del Día del Juicio Final, en el que la humanidad estaría al borde de la extinción.
Finaliza la lectura.
**Estamos en un Brote Clase 2,**, les indica el conocedor Daniel, “así que lo mejor que podemos hacer es asegurar esta aula e ir viendo las formas de llamar la atención sin ser atacados.”